1. Palabras compuestas sin guion.
Las palabras compuestas escritas sin guion entre sus formantes se pronuncian con un único acento prosódico (a excepción de los adverbios en -mente, que tienen dos).
Este acento, que recae sobre la sílaba tónica del último elemento, es el que se tiene en cuenta a efectos de acentuación gráfica por tanto, las palabras compuestas se comportan como las palabras simples y siguen las reglas de acentuación, con independencia de cómo se acentúen gráficamente sus formantes por separado: dieciséis (diez + y + seis) se escribe con tilde por ser palabra aguda terminada en -s; baloncesto (balón + cesto) no lleva tilde por ser palabra llana terminada en vocal; y vendehúmos (vende + humos) sí la lleva para marcar el hiato de vocal abierta átona y cerrada tónica; reposapiés (reposa + pies), lleva tilde por ser una palabra aguda terminada en consonante, cortaúñas (corta + uñas) la lleva para marcar el hiato de vocal abierta átona y cerrada tónica; arcoíris (arco + iris) lleva tilde para marcar el hiato de vocal abierta átona y cerrada tónica. (También se puede escribir arco iris).
Hacemos incapié en que el primer elemento de una palabra compuesta pierde la tilde si la tenía como palabra simple: tiovivo (tío + vivo ), rioplatense (río + platense), decimotercero (décimo + tercero), decimoséptimo (décimo + séptimo), asimismo (así + mismo), balompié (balón + pie), piamadre (pía + madre).
2. Palabras compuestas con guion.
Las palabras unidas entre sí mediante un guion, sean del tipo que sean y con independencia de cómo se pronuncien, siempre conservan la acentuación fonética y gráfica que le corresponde a cada uno de los términos por separado: Tratado Decoud-Quijarro, Pacto germano-soviético, curso teórico-práctico, ensayos crítico-histórico-bibliográfico.
Observación: cuando se trata de unir dos gentilicios, pueden separarse con guión o escribirse unidos sin guión. Si en el sustantivo al que se aplica el gentilicio compuesto se fusionan los caracteres propios de cada uno de los elementos que lo forman, no se escribe quien entre ellos: (ciudadano) francocanadiense, (dialecto) navarroaragonés. En estos casos, el primer elemento del compuesto pierde el acento gráfico, si le correspondía llevarlo como palabra independiente: (escritor) italofrances. (Cf. DPD, pág. 324).
3. Adverbios en -mente.
Los adverbios terminados en -mente se pronuncian, de forma natural y no enfática, constituyen una excepción a la regla general de acentuación de palabras compuestas, ya que en realidad cuentan con dos sílabas tónicas: la que corresponde al adjetivo del que derivan y la del elemento compositivo -mente (LENtaMENte).
Estas palabras conservan la tilde, si la había, del adjetivo del que derivan: fácilmente (de fácil), rápidamente (de rápido); y si no lo poseían no se usa en la compuesta tampoco, como cordialmente (de cordial) y bruscamente (de brusco), fielmente (de fiel), buenamente (de buena), amorosamente (de amorosa), etc.
Estas palabras conservan la tilde, si la había, del adjetivo del que derivan: fácilmente (de fácil), rápidamente (de rápido); y si no lo poseían no se usa en la compuesta tampoco, como cordialmente (de cordial) y bruscamente (de brusco), fielmente (de fiel), buenamente (de buena), amorosamente (de amorosa), etc.
4. Formas verbales con pronombres enclíticos.
Los pronombres personales me, te, lo(s), la(s), le(s), se, nos, os son palabras átonas que se pronuncian necesariamente ligadas al verbo, con el que forman un grupo acentual: si preceden al verbo se llaman proclíticos; si lo siguen, enclíticos.
Al contrario que los proclíticos, los pronombres enclíticos se escriben soldados al verbo: mírame, dilo, dáselo (pero me miró, lo dijo, se lo di). A diferencia de lo establecido en normas ortográficas anteriores, a partir de la Ortografía académica de 1999 las formas verbales con enclíticos deben acentuarse gráficamente siguiendo las reglas de acentuación; así, formas como estate, suponlo, deles se escriben ahora sin tilde por ser palabras llanas terminadas en vocal o en -s, mientras que déselo, léela, fíjate llevan tilde por ser esdrújulas, y oídme, salíos, reírte, por contener un hiato de vocal cerrada tónica y vocal abierta átona.
Las formas del imperativo de segunda persona del singular propias del voseo siguen, igualmente, las reglas de acentuación; así, cuando se usan sin enclítico, llevan tilde por ser palabras agudas terminadas en vocal: pensá, comé, decí; cuando van seguidas de un solo enclítico, pierden la tilde al convertirse en llanas terminadas en vocal (decime, andate, ponelo) o en -s (avisanos, buscanos) y, si van seguidas de más de un enclítico, llevan tilde por tratarse de palabras esdrújulas: decímelo, ponételo.
Al contrario que los proclíticos, los pronombres enclíticos se escriben soldados al verbo: mírame, dilo, dáselo (pero me miró, lo dijo, se lo di). A diferencia de lo establecido en normas ortográficas anteriores, a partir de la Ortografía académica de 1999 las formas verbales con enclíticos deben acentuarse gráficamente siguiendo las reglas de acentuación; así, formas como estate, suponlo, deles se escriben ahora sin tilde por ser palabras llanas terminadas en vocal o en -s, mientras que déselo, léela, fíjate llevan tilde por ser esdrújulas, y oídme, salíos, reírte, por contener un hiato de vocal cerrada tónica y vocal abierta átona.
Las formas del imperativo de segunda persona del singular propias del voseo siguen, igualmente, las reglas de acentuación; así, cuando se usan sin enclítico, llevan tilde por ser palabras agudas terminadas en vocal: pensá, comé, decí; cuando van seguidas de un solo enclítico, pierden la tilde al convertirse en llanas terminadas en vocal (decime, andate, ponelo) o en -s (avisanos, buscanos) y, si van seguidas de más de un enclítico, llevan tilde por tratarse de palabras esdrújulas: decímelo, ponételo.
5. Expresiones compuestas escritas en varias palabras.
En las expresiones formadas por palabras que se escriben separadamente, pero constituyen una unidad fónica y léxica, se conserva siempre la acentuación gráfica independiente de cada uno de sus componentes:
a) Antropónimos compuestos.
Los nombres propios de persona que se combinan entre sí para formar un antropónimo compuesto se escriben normalmente separados y sin guion intermedio. Aunque en la pronunciación solo suele ser tónico el segundo nom-bre, ambos conservan su acentuación gráfica independiente: José Luis [joseluís], María José [mariajosé].
b) Numerales formados por varias palabras.
Conservan la acentuación gráfica que corresponde a cada una de las palabras que los componen, con independencia de que, en su pronunciación, la primera de ellas sea normalmente átona: veintidós mil [beintidosmíl], cuarenta y seis [kuarentaiséis], vigésimo séptimo [bijesimoséptimo] (en los casos en que es posible escribir el numeral en una o en dos palabras, como ocurre con los ordinales correspondientes a la serie del veinte, el primer elemento pierde la tilde cuando el ordinal se escribe en una sola palabra: vigesimoséptimo.
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